Con amor para Emilia
- Ecléctica colectivo multidisciplinario
- 9 ago 2020
- 2 Min. de lectura

Por Rodrigo Sánchez de la Peña
Con amor para Emilia
Te digo un Secreto…
(Parte Uno: En esperada de tu llegada)
“Te amo y aun no te tengo en mis brazos, imagina que me harás sentir cuando te abrace”
Sabes, hace un poco más de un año conocí a tu mamá, desde que la vi por primera vez me robó el aliento, sentí esa magia que solo una vez se siente en la vida y aunque trate de controlar la situación y verme muy tranquilo, los nervios se adueñaron de mí y eso fue evidente para el mundo entero.
La historia entre ella y yo ha sido hermosa, ella es para mí una mujer madura, inteligente, con buenos sentimientos y que sabe perfectamente que quiere en la vida, además de ser atractiva, buena bailarina y una excelente escritora.
Tu madre llegó en un buen momento a mi vida, en el mejor de ellos, y esa es la suma perfecta que tú aprovechaste para llegar a complementarnos.
Aun eres muy pequeñita pero te gusta moverte y hacernos ver que estas lista para darnos muchas alegrías. Tu madre y yo estamos seguros que serás muy inteligente y muy despierta, que nos harás rendir de cansancio de lo mucho que juegues.
En ocasiones te mando señales a través de la pancita de mamá y me gusta pensar que las respondes con una que otra patadita.
Quiero que sepas que estoy listo para cuidarte, para darte mi vida entera, para enseñarte lo poco de la vida que hoy conozco, y hacer de ti una gran mujer con principios, valores y ese lado humano que ayude a mejorar este mundo.
A veces no soy el mejor expresando lo feliz que me hace que llegues a nuestras vidas, soy muy poco expresivo, pero dentro de mi ser existe una gran luz desde que sé que vienes en camino.
Te he esperado mucho tiempo mi pequeñita hermosa, no sabes cuánto tiempo te he soñado y he llorado de emoción.
Quiero que llegue el día para poder acariciarte, olerte y ver tus ojos llenos de paz, solo te pido que te portes bien con mamá en el parto, que vengas con mucha salud y que ambas sientan el menor dolor posible.
Yo estaré allí con Ustedes, cuidándolas en todo momento y dando mi vida por ti y tu mamá.
Por cierto, he de decirte un secreto Emilia, tu madre cada día es más hermosa, espero que te parezcas mucho a ella.
Eres bienvenida a esta familia y a este acelerado mundo, seguro estoy que serás una mujer que tocará el alma de miles de personas a las que nos cambiaras para bien.
La vida de un hombre no se puede entender si no trasciende y una manera de trascender es dando vida a seres como TÚ, llenos de magia y buenas intenciones mi amor.
Siempre serás luz que ilumine mi corazón.
Recuerda Emilia que si buscas el infinito, debes cerrar los ojos, que tu madre y yo siempre te amaremos en ese vuelo que hagas por encontrarlo.
Persigue tus sueños, vuela alto, pero nunca olvides quién eres y de dónde vienes.
(Discurso escrito hace 6 años como trabajo final para Curso de Oratoria en Kulturando Academia, Julio 2014, Tlalnepantla de Baz, Estado de México)
Comments