23 de Octubre del 2020… Querido Abuelo (BO)
- Ecléctica colectivo multidisciplinario
- 16 nov 2020
- 4 Min. de lectura

Por Rodrigo Sánchez de la Peña
Han pasado 6 años con 9 meses y 25 días desde que recibí esa tan inesperada llamada alrededor de las 06:30 de la mañana.
Esa llamada que uno nunca quiere recibir y que al ver en la pantalla del teléfono el registro de procedencia (“casa de los abuelos”), sentí como mi cuerpo y mente se enfriaban.
Fue mi mamá quien me compartió la noticia de que te habías quedado dormido para siempre, lo hizo de manera tranquila pero se podía escuchar su dolor en cada palabra que decía, de inmediato llegué a tu casa, subí corriendo las escaleras, te vi en completa paz acostado en tu cama.
Tu cuerpo era ya muy delgado, estabas muy flaquito y ese enorme oso que jugaba con nosotros luchitas y siempre era imponente se había convertido en un cuerpo muy frágil pero con un alma y corazón que por el contrario, seguían creciendo de manera imponente.
Quizás tu mente ya no funcionaba a pesar de tus esfuerzos, tu frustración de querer recordar las cosas, los nombres, los lugares, a nosotros, era notoria pero en fin, eso es algo que estoy seguro ya no te afecta estés donde estés.
Siempre te pido que me acompañes, que me protejas, que me ayudes a estar bien y no tengo duda de que estas a cada instante a mi lado, por eso y más te agradezco que seas mi ángel.
Hay en mi vida muy pocas cosas que me dejan inquieto, insatisfecho, una de ellas es no haber intentado jugar futbol a nivel profesional, otra de ellas es el que no tuvimos tiempo de que conocieras a Emilia y ella a ti.
No sabes que ganas de que estuvieras con nosotros, pudieras disfrutar de ella, seguro estoy que se hubieran llevado muy muy bien y de que ella te hubiera amado igual o más que yo.
Hoy es el cumpleaños número 6 de Emilia, quiero comentarte un poco de ella, aunque no tengo duda de que ya la debes de conocer, pero quiero que sepas como la veo yo desde un punto de vista de papá:
Emilia es una niña hermosa en todos los aspectos, posee un alma llena de energía positiva, es muy amada por todo aquél que la conoce, tiene un carácter muy amigable, se relaciona fácilmente con sus pares o con personas adultas, es increíblemente inteligente y le va muy bien en la escuela, sabe cómo lograr las cosas con el mínimo esfuerzo y entre el mínimo esfuerzo está un poco de manipulación a su papá, pero a pesar de que me tiene tomada la medida yo reflejo mucho del amor y tratos que tú me dabas y los reflejo en mi forma de ser con ella.
Una niña que hace bromas, que le gusta comer, bailar, que tiene libertad de elegir lo que le gusta, incluso le va al Cruz Azul o más bien detesta al América en el futbol, imagínate que tan libre es.
Esa es Emilia y me gustaría que la conocieras y que estuvieras con ella abrazándola, que la llevaras los fines de semana al futbol como lo hacías conmigo, que le enseñaras a jugar y a usar las dos piernas para que sea la mejor en los deportes, que la acompañaras a pedir dulces en Halloween o a ver luciérnagas en medio de la noche en el bosque y todos los domingos que saliéramos a comer en familia.
Yo apenas llevo casi 6 años dedicado a ser Papá y te puedo asegurar que no hay nada mejor que ver todas las mañanas, en su cama a Emilia dormida y en posiciones acrobáticamente desordenadas y con un hilo de saliva recorriendo ese redondo y colorado cachete mientras se rehúsa a despertar.
Siento en lo que escribo que aplica perfectamente entre ella y yo el término “amor incondicional” como otra manera de definir la paternidad hacia una hija y a su vez existe ese algo en el corazón que nadie puede describir de manera precisa o con una imagen de lo que un padre siente por su hija.
Te cuento que a veces nos peleamos por el control de la Tele, nos gusta subir corriendo para ver quien se avienta primero a ganar nuestro lugar favorito de la cama, por cierto, casi siempre me gana y le tengo que pedir un pequeño espacio para poder acostarme a su lado.
No sabes cuánto me hubiera gustado que se conocieran en persona querido BO, por ello te pido con todo el amor que te tengo que nos cuides y que te conviertas también en su ángel de la guarda, nosotros aquí estamos el tiempo que nos toque estar y con la tranquilidad de saber que en algún momento nos volveremos a encontrar, ese será un momento de mucha paz pero sobre todo de enorme alegría.
Eres y serás, junto con Emilia, la persona más importante en mi vida, mi ejemplo a seguir y a quien honro en todo momento por hacerme quien soy.
Emilia, a pesar de que no le correspondía, lleva el apellido “de la Peña”, no te preocupes que ella sabrá también honrar sus raíces y antepasados.
Te amo y te recuerdo todos los días, hoy en el cumpleaños 6 de tu bisnieta no quería dejar pasar la ocasión para saludarte y escribirte un poco de ella.
Tu nieto Rodrigo
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