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¿Qué hay de nosotros?

  • Foto del escritor: Ecléctica colectivo multidisciplinario
    Ecléctica colectivo multidisciplinario
  • 29 nov 2020
  • 3 Min. de lectura

Por Mon Rodrigo


“Somos reflectores, podemos ver en la oscuridad,

somos cohetes, apuntando a las estrellas,

somos billones de hermosos corazones.”

¿What about us?

Pink


Durante mi camino en la vida, me he cruzado una gran cantidad de personas con mucho talento, capacidad y sensibilidad; Muchos de ellos con trastornos mentales o problemas con las adicciones como yo.


La gran mayoría poseedoras de una capacidad superiores a la media, ven la vida de otra manera, por lo general es gente creativa que tiene grandes proyectos de vida, con ideas innovadoras, artistas y con una sensibilidad diferente a la mayoría del individuo promedio.


Estos se ven frustrados al no adaptarse a la estructura social, la rigidez de las normas y la intolerancia de la autoridad. Sus frágiles corazones se rompen en pedazos una y otra vez o bien encuentran caminos equivocados y puertas falsas que los alejan de su esencia.


“Nos vendiste el río demasiado rápido

¿Qué hay de nosotros, cada vez que dijiste que tenías las respuestas?

¿Qué hay de todos esos finales felices rotos?

¿Qué hay de todos esos planes, que acabaron en desastre?

¿Qué hay del amor? ¿Qué hay de la confianza?

Somos problemas que queremos ser resueltos.

Somos hijos que necesitan ser amados.

Estábamos dispuestos, cuando nos llamaste.

Pero luego nos engañaste, ya es suficiente, ya basta”

Doce años tardaron en diagnosticarme correctamente, pase por numerosos psiquiatras, psicólogos, neurólogos y terapias alternativas.


Si bien reconozco la complejidad de la mente humana. Algunos de los que me atendieron, con la soberbia propia que les da su puesto y profesión, en vez de ayudarme, dieron como consecuencia estrellarme en el piso, cayendo en el fango de la desesperación y desesperanza. Fueron rápidos para llenarme de antipsicóticos, estabilizadores del ánimo, litio y antidepresivos, mi cuerpo fue su laboratorio. Estaba fuera de peligro, pero estaba muerto en vida.

Mi labor social durante el terremoto de 2017, fue maravillosa y cargada de buenas intenciones, lamentablemente acabo en desastre. Fue tanta mi obsesión por ayudar que desató la manía, casi no dormía, solo pensaba como construir casas temporales y como poder reactivar la economía en las 10 comunidades que ayudaba, en 5 estados diferentes, con grandes ideas pero poco sustento.


El siguiente paso de la manía, dio como consecuencia el brote psicótico; Perdí la realidad, se me fueron las cabras al monte, terminando en el Instituto Nacional de Psiquiatría donde por fin dieron con el diagnóstico, la medicina correcta y me mostraron el mejor camino para permanecer estable.


Con respecto al amor todas mis relaciones han terminado con mi corazón roto en mil pedazos, tanto ha sido el dolor que prefiero no exponerme, llevo 13 años sin salir con alguien. De mi primer y gran amor, cuando tenía trece años nunca me repuse y cuando lo intenté me fue muy mal, no culpo a nadie, yo también participe para que las relaciones fracasaran. Con orgullo puedo decir que con todas mis ex parejas, sigo teniendo una buena amistad. El problema no fueron ellas, ni lo que me hicieron, fue mi fragilidad.


En el mundo religioso, espiritual o esotérico en el que buscamos respuestas. También encontramos una gran cantidad de charlatanes, con una doble moral e intereses particulares que contradicen sus palabras. El camino que muestran como alternativas, te lleva a laberintos sin sentido. No existen un recorrido correcto para todos, cada uno tiene que hacer su propio camino.

“Palos y piedras pueden que rompan los huesos,

pero entonces estare listo, es el comienzo de nosotros,

estamos despertando.

¿Estás listo? Yo lo estaré.

No quiero el control, quiero dejarlo ir.

Ahora es el momento de empezar.


Vivimos en un mundo globalizado, que todo lo califica y cuantifica, la ley de la selva se trasladó a un mundo de concreto, acero y cristal. Un mundo desvalorizado por el plástico, donde la ley del más fuerte se trasladó a la fama, el poder y el dinero. Donde a través del miedo se busca controlar.


Hoy, que ya pase por ese valle de las sombras. Me doy cuenta que para recuperar mi vida tenía que dejar de controlar todo a mi alrededor. Yo no puedo cambiar al mundo, pero puedo cambiarme a mí, en esa transformación la he podido realizar, empezando por la aceptación de mi condición dual, hacer lo que me corresponde y agradecer las bendiciones que me da la vida.

Estoy listo, estoy motivado y dia a dia la vida me presenta una nueva oportunidad, hoy cumplo mi sueño de tener mi propia cocina, con la libertad de crear a mi gusto, hoy soy independiente, soy mi propio jefe.


Deje mi fragilidad, dejé la confrontación, dejé de querer ser monedita de oro, dejé de sentirme víctima y dejé todo el peso que implica la opinión de los demás.


Hoy libre, te invito hacer empático e inclusivo con todos aquellos que como yo, pensamos, sentimos y actuamos diferente.

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