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“La vida en tiempos de Covid”

  • Foto del escritor: Ecléctica colectivo multidisciplinario
    Ecléctica colectivo multidisciplinario
  • 15 dic 2020
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: 15 dic 2020


Por Ginebra Matinski Cannabis


Me he preguntado en varias ocasiones ¿Cómo se puede estar bien con esta nueva vida que todos tenemos?. O ¿Cómo se puede cerrar el año 2020 sin sentir este pesar pandémico encima?.


Y la verdad es que considero que solo son cambios, son cambios acelerados que la vida nos presenta. Son cambios necesarios que el mundo pide a gritos con referencia al comportamiento del humano en este planeta. Es un despertar de conciencia, es un despertar de la humanidad, de la hermandad, de la empatía, que debe existir entre nosotros, es un desacelere de la vida, es un STOP reflexivo y necesario para regresar la vista al interior y darnos cuenta que todo, absolutamente todo nace desde ahí, desde ahí se imagina, desde ahí se siente, desde ahí se gesta y sale al mundo. Si te tuviera enfrente de mi te estaría ejemplificando lo que yo me diría a mi y lo que te estaría contando, es algo así :


“Shhhhhhh, cierra los ojos, respira profundo, acalla tu mente, baja la guardia, aquieta tu energía, tráela aquí, a ti, céntrate aquí, en ti, en tu piel, observa, observa adentro, siéntete, ¿que pasa aquí adentro? ¿En dónde están las turbulencias? ¿Están dentro de mi? o ¿Están afuera?, ¿Esta soy yo? o ¿Estoy siendo yo trepada en el torbellino que esta pasando frente a mí? ¿Quien soy yo aquí, qué soy?, Observa, obsérvate, siente, siéntete, respira, respírate.”


Estos 10 meses que tenemos viviendo una vida que JAMÁS imaginamos, para mi han sido ilustrativos, sanadores, de un aprendizaje acelerado donde no hay vuelta de hoja, donde aprendes, te reinventas, te rescatas y te retomas o ya valiste y ya te quedaste atrás!


He hecho cambios en mi vida que por años soñé pero por desidia no hacia o los dejaba en mi lista de prioridades hasta el final. Esta vez la vida me ha pedido acelerar el paso porque es el momento de hacerlo o morir en el intento e irme hasta el fondo del torbellino, hasta el final pero bien hasta el final... No había de otra para salir a flote de cualquier circunstancia mas que nadar contra corriente y así poder llegar a la orilla. Se debe tener valor y se debe soltar, enfrentarse al diablo, a aquel diablo que tanto miedo nos da ver, aquel que nosotros le damos la espalda pero que en realidad esta dentro de nosotros y no es mas que nuestro lado de sombra, nuestro lado oscuro, ese que nos hace sentir feo, nos da tristeza, enojo, frustración, miedo, culpa, o cualquier emoción que no nos es grata. Ese lado es del que más he aprendido en estos últimos meses, porque en vez de apanicarme, estancarme, y dejar que mi mente vuele, mi cuerpo responda a esas locuras mentales decidí tomar el toro por los cuernos. He pasado por todas las etapas que esta pandemia nos ha ofrecido, pero aprendí a surfear la ola! A treparme en ella y disfrutar el viaje y meter acelerador.


Afronte la perdida de varias amistades que las tenia catalogadas como mis amigos de la vida. ¿Saben que paso? Solo llego el tiempo de caducidad, todo tiene un principio y un fin y cuando ya no nos dábamos nada nutritivo para ningún lado, todos soltamos. No me resistí a la pérdida. Los amo y los tengo en mi memoria y corazón con mucho agradecimiento por nuestros tiempos vividos. Pero la vida es bella, quita y da. Aparecieron amistades de hace años que hoy están presentes y de una manera padrísima. También he sido bendecida con nuevas amistades que han sido espectaculares conmigo y lo valoro mucho.

Tuve la fortuna de toparme con un amor en covid que pintaba padrísimo, pero no era así… solo fue un momento fugaz con mucho aprendizaje, pero esta vez, estaba lista para recibir, aprender y soltar sin salir raspada. ¡Bien por mi! Algo bueno he hecho estos años que he andado en la búsqueda de mi persona, en re-definirme. ¡Gracias tú, por ese espacio!.


Afronté una adicción que me había negado a resolver por miles de justificaciones, pero entendí la raíz de la misma y me rodee de la gente indicada que hoy son parte de mi y amo a la gente que he conocido; me ha hecho mucho bien su compañía, experiencias y conocimientos, he levantado y estoy acompañada.


Afronté un tema durísimo de soltar a mi hijo después de 4 años de estar enganchada a él, buscando mil maneras de llegar a él de nuevo. Comprendí que era momento de soltar en amor y confiar que ya es su momento, es su camino y es lo que debe ser. Es lo más duro que he hecho en mi vida, lo amo sin duda pero ahorita esto es lo que es. Un día será distinto, debe seguir su camino y yo respetarlo.


Te amo tanto que no te tengo”.


La relación con mi hija se ha fortalecido divinamente, hemos caído en la burbuja madre-hija, todo “girlie” y temas de mujeres que cuchicheamos, ya saben…mujeres!

Me encanta poder estar con ella y ser parte de su crecimiento y desarrollo a la madurez. Soy afortunada de tenerla pegadita a mi. Y si, también “Te amo sin fin”.


Afronté una perdida de trabajo y no tuve de otra mas que toparme con mi única opción en medio de la pandemia. Retomar mis dones e impulsarlos, dejar de negar mis fortalezas y para lo que soy buena. Comenzar a darle forma y cara a mis proyectos.

Y que creen? Ha estado saliendo ¡espectacularmente! Deje de lado las miles de voces que me acompañaron en algún momento diciéndome “Has gastado tanto en tal, tienes que venderlo!” o “¡Eso no se te da, no lo hagas, no te veo cara de que seas así!” o sencillamente algo como “¡tienes qué!”

Pero algo si comprendí, no aprendí!, comprendí, (pues la verdad ya lo sabía… ). Debía seleccionar lo que hoy quería para mi dentro de ese gran universo que me había creado.


Tuve una charla de café con mi hermano Jorge cuando lo fui a visitar para conocer a mi hermosa sobrina. Es padrísimo estar con él, porque el también disfruta los pequeños e insignificantes momentos de la vida y los disfruta como si tuviera la vida en las manos y la saboreara de a poco. Me queda claro que somos hermanos… idénticos en eso y otras cositas también. Me dijo unas palabras que te pueden sonar absurdas pero para mi fueron un desatore ancestral pues yo tenia una carga fuerte del “deber ser”.


“Nada de tu pasado importa hoy, solo tu presente, ¿quién eres y que quieres de ti hoy? Y lo que decidas es justo lo que debe ser sin miedo a cambiar radicalmente y sin miedo a ser completamente nueva si es el caso. Siempre se puede volver a empezar.”


No se si el sabe el nivel de peso que me quito de encima cuando tomábamos ese café en la banqueta en uno de sus lugares favoritos en Miami, (cabe destacar que es amante del café y domina el tema). De verdad, ese momento, ese stop a media semana en un café que por fuera ni te imaginas que te podías encontrar un café buenísimo, pues ahí, así, sin más. Para mi fue un desatore impresionante, subí no un escalón, como 20 pisos!


Retome estudios después de 6 años de pausa pues me sentía atiborrada de conocimientos, y no lo estaba aplicando del todo en mi vida. Amo estudiar, amo saber, amo vivir y experimentar cosas para poder ayudar. Y estoy rayada con la idea, también para mi es un camino nuevo de sanación que sé que hoy ya lo estoy plasmando en mucha gente y estoy ayudando. Ayudar es una de las cosas que me apasionan.


He afrontado muchas noches de insomnio, soledad, mi mente en locura total, miedos, tristezas, frustraciones, incertidumbre, culpas, mucho llanto profundo a solas, literal en muchas ocasiones sentí un desgarre en el pecho y en el alma, pero era algo que solo había postergado. Deje de lado cosas que debía afrontar, por afrontar otras y no sané lo que debía en su momento. La vida siempre te cobra las facturas hasta que las pagas…no te libras!


Aprendí algo valiosísimo, comprender el significado real de “La soledad”. Y la soledad no es mas allá que aprender a estar con uno mismo, escucharse, estar en paz, entenderse, amarse, acompañarse, acallar la mente, respirar, cuidarse, comprenderse, perdonarse, caer y volver a levantarse, sentirse, confiar, soltar, creer, soñar, imaginar, crear, darse tiempo, amigarse con uno mismo, todo desde el amor. Algo muy importante que descubrí es el sonreír en el camino, reír a carcajadas, reírse de uno mismo, ser feliz todos los días. Así el viaje de regreso a mi, es más divertido y muy acompañado.


Me sume a un proyecto divino que se llama “Ecléctica Colectivo” donde ayudamos a gente que no tiene los recursos para llegar a la información de muchas áreas, y todos los colaboradores somos de distintas áreas, el objetivo es ayudar y compartir nuestros conocimientos a mucha gente. Aquí todos podemos ser uno mismo, sin reglas, solo ser y compartirnos. Este artículo como bien ves, pues es para Ecléctica pero me acabo de dar cuenta que al mismo tiempo es mi escrito de cierre de año, ya que estoy a 4 días de cambiar de año….y siempre escribo algo cuando cierro un año mas de vida. Casualmente hoy es para Ecléctica y a la vez para mi.


¡Hermosa bendición! ¡Gracias vida!


Cuando te paras en tu misión de vida, en tu propósito, y te agarras de tus dones y fortalezas no hay ecuación que salga mal! Todo siempre va a salir a tu favor y todo te va a llegar por derecho divino. ¡Porque ya estas ahí! ¡Ya te paraste donde debías!

Me siento bendecida y muy agradecida de todo lo que aparece día a día y cada tabique que la vida me da para ir cimentando justo mi plan de vida. Pero el plan de vida desde la que soy yo, la que soy hoy. Desde lo que mi alma tiene escrito y eso…. No tiene precio.


¿Ves? En realidad nunca estamos solos, nada es fatal, siempre hay un objetivo que seguir, el chiste es encontrarlo y seguirte derechito, nuestro camino siempre esta acompañado.


¡SIEMPRE!


Nada tiene porque salir mal, es cuestión de re-inventarse y jalar en amor, solo eso!


Y para terminar quiero compartirte algo que me hubiese encantado que fuera de mi autoría, pero la verdad es que me llegó y me fascinó y justo concuerda con lo que escribo hoy. Espero lo disfrutes y te acompañe en tu nuevo camino que no necesariamente debe ser el corte del 2020 al 2021., todos los días es un buen momento para comenzar.




“La vida en tiempos de Covid”. (el titulo si es de mi autoría)



No necesitas café; necesitas dormir.

No necesitas nicotina; necesitas caminar.

No necesitas alcohol; necesitas reír a carcajadas.

No necesitas sexo; necesitas conexión.

No necesitas estupefacientes; necesitas pensar.

No necesitas estimulantes; necesitas que te abracen.

No necesitas alucinógenos; necesitas arte.

No necesitas televisión; necesitas poesía.

No necesitas comprar; necesitas naturaleza.

No necesitas a tus religiones; necesitas cuestionar.

No necesitas juzgar; necesitas empatizar.

No necesitas relaciones amorosas; necesitas amor propio.


Te necesitas a ti, me necesito a mi.


Por encima de todo necesitas paz interior, lo cual exige armonía entre lo interno y externo. Haz aquello en lo que creas, cree en aquello que haces.

Nada afuera puede derrumbarte.


Se tú, te necesitas a ti, ámate con locura.


¡Njoy the ride!


Con cariño,


Ginebra Matinski Cannabis

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